Me quedo reflexionando en la fragilidad de la vida que a cada instante nos dice a gritos que debemos estar atentos con nuestros seres queridos, porque desconocemos que suceda en el futuro.
Me toca editar un video casero que tomamos en año nuevo y resulta ser que es toda una proeza que a más de 4 meses apenas esté editando la mitad de esto. Trato de que no se cuantos metros de cinta que ocupan más de 2 horas de tomas sin sentido, malhechas, poca luz y pésimo sonido tengan sentido para un DVD Familiar que espero tenga de duración al menos 45 minutos.
Pero resulta ser que es vano cada toma que apenas percibo me recuerdan momentos que aunque son generalmente valiosos, ahora lo son particularmente más. Ya que en cuatro meses transcurridos, la vida de esas personas en el video ha cambiado drásticamente.
Sin entrar en detalles, ver a personas plenas y saludables, en menos de 2 meses fueron puestas a prueba por padecimientos mortales y mortificantes, y ahora después de ésto aún con su apariencia en recuperación (tanto los que sufrieron en su cuerpo, como los que los acompañaron), los veo más fuertes y saludables que antes aunque no lo parezcan.
Pero en fin, regreso a mi rutina diaria de trabajo y agenda hostigante, pero ahora por los menos en este instante me pongo a reflexionar en cómo diablos seré capaz de enfrentarme a la otra realidad que me espera mañana lunes, sin ser el mismo.
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