Estar agradecido

En ocasiones lo obvio no deja ver lo esencial.

Para variar doy por hecho, basado en mi absurda rutina, que la mayoría de las cosas y las personas se quedarán ahí para el siguiente día.

Y cuando estoy tan sumido en esta rutina y no me doy 5 minutos para observar lo afortunado que soy por conservar la mayoría de esas personas y cosas la mayor parte del tiempo.

Hay mucho que agradecer todos los días y hoy que me sentía perezoso, me encuentro escribiendo algo que me está llenando de mucha energía, con solo rememorar.

Así que doy gracias por muchas cosas, pero en particular:

1. Por haber despertado hoy. Pudieron haber pasado muchas cosas en la noche y sin embargo pude despertar y observar este día. Además me levanté antes que mi esposa y eso me da oportunidad de despertarla a ella en vez de que ella me lo haga a mí.
2. Por estar sano. Cuento con una buena salud, que me permite hacer las cosas que me gustan y el pleno uso de mis facultades.
3. Por tener un techo y un muy buen techo, dónde dormí yo y mis seres queridos.
4. Por preparar su leche a mis hijos. Pueden llevarse un alimento a la boca, al iniciar el día y se los preparo.
5. Por mis seres queridos. Los conozco y los conservo y me doy cuenta que no son solo queridos sino amados y espero hacer lo suficiente para que lo sepan.
6. Por dirigirme a mi trabajo, porque tengo trabajo desde hace muchos años y aunque hay días que nos estan fácil, hay otros que valen la pena.
7. Por toda la gente que me ayuda y me cuida y que me permite también ayudar y cuidar a otras personas.
8. Por escribir. Porque me gusta escribir y cada oportunidad de escribir, me da oportunidad para conocerme mejor.
9. Por las cosas malas que pueden pasar y no han pasado. Porqué me dan otra oportunidad para darme cuenta de todo los valioso que tengo y que no pueden robarme.
10. Por tener a quién darle las gracias. Porqué el saber que está ahí, es una gran ayuda.

A ¿quién le doy las gracias? pues por supuesto que a Dios y a todas las herramientas que me manda y a todos los desafíos que enfrento para usarlas.

Y como dijo Jaime Sabines: Me encanta Dios.

Manejando el enojo

Ahora vengo con este asunto de manejar el enojo, porque ahora me doy cuenta que enojarse está bien, finalmente es una emoción y como tal debe de fluir.

El problema particular al que me enfrento es la manifestación de esa emoción y por ello ahora exploro el enojo como una herramienta para alcanzar objetivos trascendentales y salir de la zona cómoda.

Así que enfrentarse al enojo supone más miedo que fuerza y comprometer la sobrevivencia, lo que hace ir a los extremos de la ira o de la impavidez, que de ninguna manera ayudan a lo que realmente quiere el enojo.

El enojo quiere avisarnos como emoción, que algo no está bien, con esa sensación en el estómago te notifica que estás haciendo algo en contra de lo deseas y que no comprendes o aceptas.

El enojo debería de ayudarnos a identificar las cosas que creemos que no están en su lugar y nos origina una motivación a cambiarlas. Si algo te está haciendo sentir incómodo, ¡cámbialo!

Pero si nuestro enojo solo es frustración o ataques de ira que surgen de la nada y explotan en la cara de inocentes como nuestros seres queridos, quiere decir que no lo estamos dejando fluir bien y como emoción nos bloquea y debilita.

A mi me encanta la idea de que todo pudiera salir adelante sin confrontaciones, pero entiendo que las confrontaciones son parte de nuestra existencia, pues son los eventos que nos permiten defender nuestra integridad e individualidad de los demás, aunque también nos permiten negociar y obtener beneficios de la individualidad de los otros.

Así que respiro y acepto que defiendo lo que digo, pienso y siento, pero admito que también los otros tienen derecho a decir, pensar y sentir a su manera y reclamar los espacios que crean convenientes para ellos. Hay suficiente para todos en este universo, y tarde o temprano todos tendremos lo que merecemos.

Me responsabilizo de mis decisiones que pueden ser erradas o correctas y que pueden dar resultados que no me satisfagan, pero puedo tomar otras más adelante para lograr mejores resultados.

Admito con toda tranquilidad que el enojo es una emoción, igual que la de bienestar y me ayuda a modificar y construir la realidad a mi satisfacción.

Aprovecho la oportunidad que me da el enojo, para preguntar "¿Para qué?", ¿para qué me serviría tomar acciones violentas? o ¿para qué tengo que sentarme a negociar con alguien que no me simpatiza o no le agrado?, ¿para qué debo tolerar por un tiempo situaciones que no son agradables?, o ¿para qué haré un cambio radical? Todo tiene un destino, lo decida o no. La ventaja es que puedo decidirlo.

Si la respuesta te satisface y calma tu enojo, ya podrás ver que la situación podrás modificarla paulatinamente, pero si sigues sintiendote enojado y no te satisface la explicación, entonces estás dispuesto a hacer algo drástico para cambiar la situación, pero entonces la pregunta será ¿Para qué quiero cambiar ésto? Si la respondes y te parece mucho mejor que lo que vives actualmente verás qu precio debes de pagar y si estás dispuesto a pagarlo.

Así que si sientes ganas de enojarte, enójate, frunce el ceño y dí "Estoy enojado, porqué pienso, siento o digo que...". No por enojarte y expresarte quiere decir que tienes la razón, pero al menos al "disparador" de tu enojo ya le diste una pista, para saber si te puede ayudar en algo.

El peor enojo es el que tenemos contra nosotros mismos y se lo achacamos a otros. A veces nos traicionamos tanto nosotros que nos enfurece y es por ello que debe fluir el enojo, antes de que se convierta en ira o indiferencia.

Así pienso, siento y digo que es el enojo, al menos para mí. Ya les avísare que tal me va con esta exploración.

Además paso una liga interesante: http://www.paramisalud.com/topic/esdepanger

La maravilla de ser adulto

Resulta ser que en esta búsqueda interna, me he parado en un lugar muy interesante y quiero compartirlo porqué sé que en ocasiones se hace obvio o al menos yo lo perdí de vista.

Todo mundo carga un costal con lo bueno y malo que lo ha llevado hasta dónde esta y así es como comenzando a revisar el mío que parece particularmente grande, me doy cuenta que como niño me pudieron quedar a deber varias cosas.

Yo en particular añoro el ser niño, por la ingenuidad y simplicidad que pintaba la vida en ese entonces. Sin embargo no me daba cuenta del "unas por otras". Porqué ser adulto implica responsabilidades pero también implica poder, poder para cambiar lo que no te gusta, porque no dependes de lo otro decida.

Pero ya lo dijo Stan Lee: "A todo gran poder, viene una gran responsabilidad"

Y es así como me di cuenta de la maravila de ser adulto para poder cambiar justamente eso:

1. Puedes tener sexo con quién tú quieras (claro siempre y cuando acepte el otro, esa es la parte dificíl).
2. Puedes generar dinero para gastarlo en lo que tú quieras.
3. Puedes decidir a dónde ir , en el momento que tú quieras.
4. Puedes vivir dónde tú quieras.
5. Puedes comer lo que tú quieras.
6. Puedes cruzar la calle sin darle la mano a nadie.
7. Puedes dormir solo y con la luz apagada.
8. Puedes quedarte viendo televisión hasta tarde.
9. Puedes levantarte a la hora que tú quieras.
10. Puedes salir a jugar con tus amigos el tiempo que tú quieras.

Aunque al referirme poder cuando tú quieras, algunos me dirán "Sí como no". Yo les digo, lo puedes hacer, siempre y cuando estés dispuesto a pagar el precio y esa es la mejor parte, tú sabes lo que puedes pagar y no necesitas preguntarle a otro si te alcanza o no.

Gracias Massiel, lo estoy masticando...

Congruencia

La palabra de hoy que ronda todo la mañana es "congruencia". Esta parece ser una de las palabras más usadas y menos utilizadas desde dónde estoy mirando.

Congruencia viene de una relación entre dos cosas diferentes, pero que unidas tienen sentido.

Uno de los mayores retos que creo enfrenta el ser humano, es ser congruente. Ser, estar y parecer lo que uno hace, dice y piensa. Cuesta mucho trabajo por que son muchas combinaciones difíciles de tratar y puede uno caer fácilmente en "trampas" para no ser congruente.

Pero algo me dice que entre más congruencia tengas entre tus dichos, acciones y pensamientos más fácil es enfocarse en ser, estar y parecer alguien feliz.

Así que para seguir, sigo enfocado en lo bueno y me gustaría dar gracisa por 3 cosas:

1. Mi infancia feliz. Porqué a pesar de todo lo que pudo salir mal, a pesar de todo lo que salió mal. Tuve momentos de mucha felicidad y que me los quedo.
2. Mi Abuela y mi Abuelo. Hicieron grandes cosas para lograr coincidir y de esa coincidencia, nació mi Mamá y luego yo. Honro su pasado y todo lo bueno que me dieron.
3. Mi Mamá y mi Papá. Hicieron lo que pudieron con lo que tenían y aún así creo que las cosas salieron bien, pues estoy frente a un teclado escribiendo y recordando las cosas buenas que me dieron.

Lo demás se los dejo, es una carga muy pesada y lo bueno es ligero y reconfortante.

Y desde hoy trataré de conectar lo que pienso, con lo que digo y hago, para ser, estar y parecer lo que yo deseo, que es una tarea más dificíl.

Enfócate en lo bueno

Hoy haré el intento de enfocarme en lo bueno de este día, que según esto puede desembocar en mejores cosas, así que haré mi recuento, basado en mi fin de semana:

1. Me siento orgulloso de ver como mis hijos nadan como renacuajos: felices y sin ahogarse.
2. Fuí a una fiesta infantil y a pesar de que se pueden padecer en esta ocasión la mayor parte del tiempo me sentí orgulloso y feliz de como mis hijos se desenvuelven. Lo siento use 2 puntos para papá gallina.
3. Las veces que me exáspere no grite como en otras ocasiones. Si me enfurecí, pero traté de estar más ecuánime que en ocasiones anteriores.
4. Terminé de ver un vídeo que parecía muy aburrido, pero al final me trajo reflexiones interesantes.
5. Ví la película de la Era del Hielo 3 y me hizo reír bastante.
6. Mi esposa me hizo de desayunar y me mandó un delicioso sandwich.
7. Mi hija dijo que era el príncipe de su Mamá y me hizo unos "ojitos" que me ganó la risa.
8. Lavamos entre toda la familia el coche, creo que a mis hijos les gustó la experiencia.
9. Después de pasar 2 noches fatales de sueño, tener un dolor terrible en el cuello y dolor de cabeza y un ataque de neurosis inminente logré controlarlo con un tesito y un par de analgésicos que me hicieron dormir muy bien y levantarme de buenas.
10. Conforme escribo esta lista me lleno de energía positiva al tratar de recordar todo lo bueno y de lo cual estoy agradecido.

Sólo por mencionar algunas de estas cosas me dejan un mejor sabor de boca, ahora espero que se me haga un buen hábito enfocarme en lo positivo, enfocarme en lo bueno, a pesar de las otras cosas que estoy muy habituado a detectar y recordar rápidamente.

Muchas veces he dicho que Dios me hizo feo y sin dinero, ahora me doy cuenta que era parte del plan, para ser inteligente y agradable y así conseguir ser atractivo y próspero para ser un mejor hombre del que hubiese sido.

Interesante ¿no?

Esa maldita manía de vivir en pareja (las cosas buenas)

Quién me ha conocido en épocas pasadas, sabrá que soy un idiota que puede hablar pestes del matrimonio, pero igual que estoy casado.

Así que atendiendo a las sútiles opiniones emitidas por mi amada esposa de poder decir algo a favor del matrimonio, he recopilado un poco de mi poca experiencia.

Ya sé que el titulo no llama mucho, pero para mí sigue siendo como maldita manía, por hacer algo que desde la lógica apunta que no es muy prudente y sin embargo lo haces.

Pero generalmente me gusta pensar que así inician los matrimonios o al menos las grandes relaciones, en dónde mi filosofía personal dicta que debes de cubrir 2 requisitos indispensables:

1. Estar loco. Muchos te dicen que puedes seguir disfrutando, que para que te complicas la vida, que vas a gastar más, que vivirás miserable, que ... etc.

2. Estar pendejo. Sabes que esas voces pueden tener razón, pero te vale un soberano cacahuate y crees que la puedes librar con ese alboroto de mariposas que traes en el estómago y que tu pareja comparte.

Las combinaciones derivadas, como estar locamente pendejo o pendejamente loco, son meras variantes. Pero podrían aplicar, el punto es que debes reunir esos dos requisitos. Si solo estás pendejo llegará la razón a tí y si sólo estás loco llegará la razón a tí.

Así que sí sumas Amor x tu pareja + Locura + Pendejada = Matrimonio o urgencia de vivir juntos y compartir todo.

Así que una vez aclarado el punto si me gustaría mencionar algunas de las ventajas de casarte y casarte sobre todo enamorado:

Durante la boda

1. Te pones la jarra de tu vida en tu fiesta y te diviertes como loco. Ojo he visto muchas bodas dónde es todo lo contrario, pero eso se los dejo como mera preferencia de atención y uso de eventos sociales.
2. Puedes disfrutar de ver con un disfraz muy particular a tu ser amado y para ser honesto es probable que no lo vuelvas a ver vestido así en toda su vida así que disfrútalo.
3. Viajarás en un auto especial para ese momento especial
4. Te pitarán por la calle y no precisamente para que te muevas y dejes de estorbar. Incluso te gritarán arriba los novios!!
5. Podrás pararte de súbito en Reforma y treparte a la columna del Angel e intentar que te tomen una foto o bajarte a comprar unos habanos al Sanborns.
6. En casi todas las fotos, si no es que todas. Saldrás sonriendo y los que están contigo también aunque disimulen.

Durante el matrimonio

1. Lo mejor, es que puedes ir a una fiesta y llegar a la hora que se pegue la gana y no tienes que regresarla a su casa, sino a la tuya.
2. Si te enfermas de gripa, alguien te hará un tecito con canela y limón o te dará un apapacho que alivia.
3. Los días fríos no son tan fríos. Incluso hasta sudas.
4. Los días de flojera son lo mejor. Quedarse acostados hasta las 5 de la tarde y comer pizza y seguir viendo pelis.
5. Encontrarte en los ojos de tu esposa cuando crees que todo está perdido.
6. Perderte en los ojos de tu esposa cuando crees que todo está ganado.
7. No rendir cuentas a nadie más que a su relación.
8. Disfrutar más de la compañía que del desayuno o comida que intentaron preparar.
9. Jugar y retozar por la casa, sin tenerse que preocupar de gritos.
10. Repartir y compartir el pan, las monedas al final de quincena, los buenos días y las buenas noches.
11. Compartir los abrazos y las distancias y los miedos y los anhelos, los gritos y los silencios.
12. No importa el tamaño de la cama, siempre hay espacio para los dos y parece inmensa cuando uno falta.
13. Hacer frente común frente a todos lo demás.
14. Ser el rey y reina de su propio hogar y destino.
15. Ser libre de ser tú y estar acompañado de alguien tan libre como tú.

Hay muchas cosas malas y que pueden salir mal en el matrimonio, pero solo por el hecho de ser libre de ser tú y que aún así quieran seguir a tu lado, hace que quieras compartirlo todo y de alguna extraña manera comienzas a ver todo de forma muy distinta.

¿Mi recomendación para los que se quieren casar? Háganlo pero solo si están muy locos y muy pendejos por el otro, porque cuando las cosas se pongan mal eso los ayudará a sentirse muy bien.

De las cosas malas hay que reirse y contarlas como anécdotas y mostrarlas con orgullo como cicatrices de guerra, porque fueron malas pero te recuerdan lo cerca que estuviste de perder esa relación que te trajo hasta aquí.

Yo no sé si "para siempre" son 20 años o 15 días, pero el tiempo que sea voy a disfrutar mi camino contigo.

Gracias por caminar conmigo estos años Massiel