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Hace mucho me cosquilleo la fantasía y la melancolía y cuando las saqué de mí se volvieron letras, luego se fueron al olvido y de ahí parto, para compartirlas con mis amigos.

domingo, 21 de agosto de 2011

Hombres de Fe y Fe de Hombres

No desconfío de la religión, a final de cuentas no desconozco sus propósitos, de los hombres de fe es otra cosa, estén uniformados o no.

De ahí parte mi reflexión ahora en estos tiempos de poca fe o que al menos nuestra fe o confianza se están depositando en eventos o creencias distintas a lo que estábamos acostumbrados.

A últimas fechas pareciera que las instituciones religiosas y de poder, están seriamente cuestionadas por sus integrantes, gracias a que sus líderes han realizado actos que nada honran la razón de esas entidades. Lo cual creo que está bien, cuestionarles para mejorarlas.

El problema es que cuando la institución es cuestionada, en vez de los hombres que las dirigían entonces nos da el pretexto perfecto para depositar nuestras esperanzas, creencias y fe en cosas contrarias a lo que buscabas en otro momento.

Por otro lado cada vez encuentro más Hombres de Fe, son de los que desconozco generalmente sus objetivos y de ahí esas personas que no cuestionan sus creencias e interpretaciones de la realidad, me lleva indudablemente a la mente de masas que mueven como tantas veces en la historia ha ocurrido.

Pero es ahora a lo que me vuelvo y me pregunto ¿En qué estamos creyendo? ¿En qué tengo fe, esperanza y certeza? y ¿Los demás?

El miedo nos inunda, parece que tenemos fe en que las personas nos decepcionarán, tenemos la esperanza de que algo malo sucederá, tenemos la certeza de que todo esta mal y no podemos cambiarlo.

Entonces parece que nuestra fe, no nos decepciona, mueve montañas. Ojala tuvieras fe, esperanza y certeza en algo mejor.

Te invito a mi funeral


¡A la chingada las lágrimas!,dije,




y me puse a llorar ... Jaime Sabines (Algo sobre la muerte)




Esta semana fue inevitable conectarme con la muerte, gracias al viaje que emprendió el padre de una  amiga. Con este tipo de eventos lo que se revive es la mortalidad de los seres queridos, cercanos y de uno mismo.



El funeral sin entrar en muchos detalles, fue toda una celebración lejos de la tradicional ceremonia sombría, fría e incluso hipócrita a la que normalmente asiste y te encuentras con familiares casi desconocidos o con ganas del olvidarles. Cumplió con todas las formalidades propias del catolicismo y mucho más allá de mis expectativas, con cantos, ánimo e historias.



Lo interesante del funeral es que justamente fue una celebración de la vida de quien se estaba despidiendo. La despedida de los deudos muy sentida, llenas de emoción que me contagiaron, al ver como cantaban, aplaudían y agradecían por haber compartido este mundo con esta persona.



Y de ahí me surgió mi eterno sarcasmo, pensando en que si iba a ser tan festivo, deberían dar tarjetas de invitación: Te invito a mi funeral.


El ser humano en su conciencia, tiene el miedo de dejar de existir y por ello busca enfrentar la mortalidad a través de sus actos, palabras o vidas que alcanzó a tocar para que no le olviden, que es la verdadera muerte en esta vida.

No sé como será mi funeral, pero seguramente cuando me toque, espero al menos haber dejado el suficiente testimonio para que alguien se acuerde que existí, no sé si fui bueno o malo o que balance alcance al final, pero creo que en mi viaje sería bueno saber que alguien se acuerde que existí en este mundo.

Así que te invito a mi funeral cuando tenga que ser, no antes ni después, para que celebres la vida y si supiste de mí, celebres el viaje que compartimos en este mundo. Llora si quieres llorar, ríe si quieres reír, me daría un tremendo gusto escuchar esos chistes típicos de velorio y también tomar café y ser cafeteado.

No sé si habrá caras largas, o cantos y celebraciones, flores, café o bocadillos, no sé si habrá siquiera alguien, pero te invito a mi funeral porque seguro ahí estaré.

Un día se despertó

Hace poco fui al Cine a ver una película que me pudo encantar, que me tocó, no porqué fuera muy buena o muy mala, pude entender al personaje y su historia: Media Noche en París de Woody Allen. Lejos de comentar la película me recordó un cuento que tocaba parte de esa temática y que me gusta mucho y decidí compartirselos.