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Hace mucho me cosquilleo la fantasía y la melancolía y cuando las saqué de mí se volvieron letras, luego se fueron al olvido y de ahí parto, para compartirlas con mis amigos.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Crónicas de unas vacaciones anunciadas

Así es, ya de regreso de unas vacaciones familiares, muy ansiadas por todos y a la vez muy temidas. Muy ansiadas porqué todas las vacaciones son ansiadas, muy temidas porque nuestras vacaciones familiares están repletas de anécdotas de terror, pero eso será motivo de otro post.

Así que comparto con ustedes mi selección de lo bueno, lo malo y lo mejor. Las vacaciones familiares siempre son una aventura.

Lo bueno


  1. Elegir el destino: Puerto Vallarta, por el momento sigue siendo una muy "aburrida" opción pero que nos ha resultado de lujo a mi familia y a mi. Excelentes y gratas experiencias además que después de Acapulco e Ixtapa está muy bien de precio.
  2. Cómo llegar. Tuvimos un arduo debate familiar en como ir a nuestro destino: Auto o Avión. Mi opción era el auto, pero la carretera no la conocemos y el tramo de Tepic a Puerto Vallarta no nos convenció y muchas historias de terror. Lo cierto es que allá nos enteramos que no eran ciertas tales leyendas. Así que queda agendado un viaje en auto.
  3. Interjet para vacacionar, saliendo de Toluca me ahorró casi 4,000 pesos. Si no tienes prisa es buena opción, haces 2 horas más, pero por ese dinero me lo ahorro. A los niños les encantó, a mi curiosamente no me desagradó, para variar si fueron puntuales en la salida, aunque algo desordenado el abordaje.
  4. El Mary Galante, el viaje en el barco pirata fue toda una experiencia de lo mejor de las vacaciones, altamente recomendable la aventura que a mi se me hizo de muy buen nivel.
  5. El parque acuático de Acuaventuras, está bastante divertido, los chaparros lo disfrutaron mucho.

Lo malo


  1. El hotel Fiesta Americana. Para ser honestos nos decepcionó mucho, las habitaciones con "terraza" en su interior eran desastrosas. Perdón por mi manía, pero deseo un sanitario con puerta y seguro y la regadera cerca y con una puerta completa. Cero intimidad. En la alberca nunca prendieron las fuentes, ah sí el último día.
  2. Los Cocodrilos. Sí el primer día me tope con un pelícano decapitado en la playa. Me informó el empleado que con las lluvias un par de cocodrilos fueron arrastrados hacia el mar y andaban "paseando" cerca de la playa, pero ya se había reportado a Protección Civil, al parecer al siguiente día ya estaba resuelto
  3. El Clima, en su mayoría estuvo excelente aunque las lluvias por la noche eran tremendas. Una en particular fue impresionante en el Centro, de hecho apenas pudimos escapar en un Taxi, literalmente las calles se volvieron ríos furiosos. el taxista hizo gala del "surfing" en su poderoso Tsuru Blanco. Un deporte realmente extremo. Al final se mojó el motor justo enfrente de nuestro hotel afortunadamente.
  4. Al salir del hotel, tuve un pequeño olvido. Dejé algunas cosas, cuando sacábamos unas fotos en el Lobby. Me dí cuenta cuando llegamos al Aeropuerto y estábamos a unos 30 minutos de abordar. No me pregunten como, hice 20 minutos con una angustia terrible. Odio que pase eso.
  5. La cena en el Sr. Frogs. Guaj! Si ya sé, pero se nos antojo cenar ahí y la verdad es que el restaurante fue otra decepción.

Lo mejor

Pasar con mi seres queridos unos días muy agradables, disfrutar con los chaparros en esta edad maravillosa, que tener una alberca, acercarse al mar, subirse a la banana los 4, compartir con mi esposa nuestro tiempo, temores, risas, playa y sol. De eso creo que se tratan unas vacaciones.

domingo, 8 de agosto de 2010

El reflejo

Me desperté y fui directo al baño, tenía esa extraña sensación desde que estaba dormido. Entre al baño con ansia y encontré al espejo que se mostraba desde una esquina, parecía llamarme, quería que me asomara, quería hacerlo pero a la vez temía encontrarme con algo que no me agradara.

Al fin pudo más mi curiosidad y me pude ver en el espejo, no pude notar nada raro en el reflejo aquella vez. La misma cara, los mismo ojos, las mismas ojeras, la misma boca, todo en su lugar, seguía igual que hace varios años excepto por las dos canas que ya comenzaban a asomarse del lado derecho. Sonreí imaginándome con un mechón de canas, después de todo dicen las mujeres que los hombres con cabello cano se ven más interesantes.

 Esa fue la primera ocasión que sentí la sensación apresurada de verme en el espejo en cuanto me despertará. Cada día que veía mi reflejo encontraba más canas del lado derecho, después no solo fueron canas sino encontré un par de arrugas en mi rostro, curiosamente también del lado derecho.

No me considero un jovenzuelo, pero se me hacía bastante prematuro encontrar canas y arrugas en mi rostro, pensé que el estrés me estaba acabando. Me tome unas vacaciones en el trabajo, para alejarme de todas las presiones, pues ya me estaban agobiando y mucho más al notarlas reflejadas en mi cuerpo.

Decidí tomarme un “retiro espiritual” en mi departamento, alejarme de todo; trabajo, amigos, novia, etc. todo aquello para relajarme completamente y no pensar en nada preocupante. Una buena dosis de televisión para dejar descansar al cerebro, tal vez comenzar a leer un libro, comer comida enlatada o congelada. Desconectar el irritante teléfono me pareció buena idea y no abrir la puerta por si llamaban no importaba que emergencia existiera, no pensaba salir de ahí en dos semanas, salvo que se incendiara el edificio.

Todo parecía muy bien, los primeros tres días, pues me volví a ver en el espejo y mi lado derecho realmente estaba desecho, estaba completamente lleno de canas, las arrugas ya eran bastante notorias, tanto en la frente como en los ojos y alrededor de la boca, pero únicamente el lado derecho. Ni modo, pensé voy a tener que visitar al doctor.

El médico me reviso minuciosamente, estaba más desconcertado que yo, pues además encontró que en mi espalda comenzaban a salir pecas, como las que les salen a los ancianos, pero únicamente del lado derecho. Me  dijo que me tenía que hacer unos análisis de orina, sangre y tejido, que por el momento lo único que podía hacer, era darme un antioxidante muy fuerte, así que me dio cita en cuanto tuviera los exámenes. ¡Me lleva! – Pensé, me tomó por fin unas vacaciones en varios años y resulta que se me ocurre enfermar de algo desconocido.

Estaba un poco preocupado y nervioso cuando me fui a hacer los análisis de sangre, siempre se encuentra uno nervioso por aquello del SIDA, aunque te cuides uno nunca sabe y la verdad una sorpresa de esas sería muy desagradable. El problema fue que al sacarme sangre me tardaron y lastimaron bastante, pues del brazo derecho tenía la presión demasiado baja y las venas eran no eran fáciles de pincharlas, lo que no paso con el brazo izquierdo. Lo que de plano no me gusto nada fue cuando me tomaron una pequeña muestra de tejido de cada nalga, no me podía sentar.

Pasaron dos días para poder ir por los resultados al laboratorio, yo me la pasé de nuevo encerrado en mi cuarto, comencé a estar deprimido, por sentirme un poco enfermo. Además, comencé a tener dolencias en la pierna, después me comentó el doctor que eran reuma.

Llego el día de ir a recoger los resultados y pasar a consulta con el doctor, me incorporé con trabajos al baño, me costo trabajo hacer mis “necesidades”, curioso no había ido al baño en dos días. Prendí el calentador de agua para ducharme, me seguí para preparar el desayuno y justo cuando estaba disfrutando de mi pan tostado perdí un diente, casi no sangré y me deprimí aun más, no sé si a todos les pase, pero de grande cuando pierdes un diente o una muela te deprimes, por dos razones: era una parte de tu cuerpo y te cuesta un dineral la prótesis.

Cabizbajo me dirigí de nuevo al baño y comencé a ducharme, el agua caliente me ayudo a relajarme un poco, pero no ayudo lo suficiente para evitar la desagradable sorpresa de ver mi piel más arrugada y pecosa. “Pellejo colgando”, esa era la expresión correcta, pero únicamente  del lado derecho.

Sin embargo, todo parecía tolerable hasta el momento en que limpie el empañado espejo y pude contemplar mi reflejo, era una imagen más que aterradora, pero no más que las que contemple después. Mi lado izquierdo mostraba a la persona que yo había conocido antes, pero mi lado derecho era un anciano, el rostro completamente arrugado, “pellejo colgando”, mi ojo se había hecho un poco más chico, la nariz se había hecho un poco más ancha y el poco cabello que me quedaba era cano.

En el trayecto de la casa al laboratorio tuve que comprar un bastón, pues mi pierna derecha ya no la podía levantar, ni apoyar. Creo que del laboratorio al consultorio del doctor me salió una catarata en el ojo derecho que ya no me permitió ver nada, en la sala de espera del doctor perdí 1 colmillo, 2 dientes y 4 muelas. Cuando pude pasar con el doctor ya respiraba con un poco de dificultad.

Me preocupó ya de sobremanera no ver intranquilo al doctor, sino más bien interesado en las posibilidades de aprendizaje que le proporcionaban mi caso. En fin, al revisar los resultados me comentó que era algo que él temía, por alguna “extraña” razón, todas las células del lado derecho de mi cuerpo, estaban envejeciendo rápidamente. Le pedí al doctor en ese momento que me dijera algo que yo no supiera y lo único que hizo fue ordenar a la enfermera que preparan un traslado al hospital para que me internaran inmediatamente y se diera aviso a mis familiares.

De eso ya hace una semana, mi lado izquierdo esta tan sano como siempre, pero mi lado derecho desmejoró demasiado, el riñón dejó de trabajar al día siguiente que me internaron y los demás órganos fueron cediendo paulatinamente. Están trabajando en lo que pueden, ya han intentado explicar mi enfermedad, que si algún problema genético o tal vez un nuevo virus e incluso me han dicho que es muy probable que por mi trabajo se me haya desgastado la parte izquierda del cerebro y mando a mi lado derecho envejecer, la verdad es que no saben nada.

Por lo menos me dicen que no voy a morir, por lo menos pronto, pues como el corazón sigue trabajando porque está en el lado izquierdo y todavía un hemisferio cerebral está funcionando, tengo posibilidades, hace dos días me dijeron que por lo menos varios órganos me los pueden sustituir, solo estaban esperando el donador del riñón. Ellos creen que no me doy cuenta, pero es mi cuerpo, aún así es mi cuerpo y yo creo que desde ayer se murió mi lado derecho, así lo siento o mejor dicho ya no lo siento.

No soy médico, para diagnosticar si mi lado derecho ya murió, pero creo que con el olor de hoy en la mañana, ya se está pudriendo, pero lo peor no es eso, hoy en la tarde le pedí a la enfermera un espejo y vi en el reflejo dos canas en mi lado izquierdo.