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Hace mucho me cosquilleo la fantasía y la melancolía y cuando las saqué de mí se volvieron letras, luego se fueron al olvido y de ahí parto, para compartirlas con mis amigos.

sábado, 19 de abril de 2014

Carta a mi hija

Sábado 19 de Abril 2014
Coco

Hija, la última vez que te escribí recuerdo que estabas apenas dentro de la panza de tu madre. Te disponías pronto a llegar a nuestras vidas. De eso hace ya 8 años. No sé si tu carta la pude imprimir o se perdió en la memoria o en alguna mudanza.

Hoy en particular al ver como creces no me queda más remedio que enviarte otra carta con la esperanza de que algún día la logres leer y sobretodo comprender todo lo que intenté decirte y seguramente no lo lograré con esta misiva.

Es probable que tú y yo tengamos terribles diferencias en el futuro, es probable que sea poco comprensivo con tu manera de ser y pensar. También seguramente muchas de la decisiones que me toquen realizar parezcan que te estoy haciendo la vida todavía más difícil de lo que es.

Pero verás preciosa que tu padre es un hombre contradictorio como muchos, por un lado que disfruta de placeres muy simples como sopear sus galletas marías en café o leche y por el otro me complico la vida de manera poco práctica. Así que ya podrás esperar que el viaje no será fácil.

Como yo lo veo, me toca ser tu guía durante algún tiempo en un barco muy frágil llamado familia en uno de los ambientes más extraordinarios, impactantes e intimidantes llamado vida. Y al menos tu madre y yo, la mayor parte de las veces estaremos de acuerdo en las decisiones o al menos coincidimos en lo que queremos para tí y tu hermano.

Solo quiero decirte que se que eres y serás una mujer excepcional, que con tu inteligencia, testarudez seguramente comenzarás en un punto de la vida mucho más cómodo de lo que otros en mi familia de origen lo hicieron.

Seguramente habrá momentos en que sientas que el mundo se viene abajo y que pienses que no seas lo suficientemente lista, buena o hermosa como lo pensaba tu papá.

Y dejame decirte que cuando pienses eso, es muy probable que estés en un error. Conocerás mucha gente que te dirá que eres mejor o peor de lo que realmente eres y de acuerdo a las circunstancias que tengas.

Cuando te sientas así, sólo necesitas pararte frente a solas, cerrar los ojos y recordar que eres tú aquella chica hermosa, que corre de un lado a otro, que disfruta muchísimo un buen chapuzón, que le encantan los perros, que abraza como nadie y que puedes robarle una sonrisa al más gruñón. Que eres lo suficientemente lista para salir de los problemas en los que te metes y lo suficientemente valiente para enfrentar la adversidad y sus consecuencias.

Probablemente cuando seas mayor verás que tu padre no es tan listo, no es tan fuerte y con bastantes fallas. Pero una cosa es segura, no he sido tonto o al menos he sido afortunado, me he rodeado de mujeres inteligentes, valientes y aguerridas que no se doblegan antes las circunstancias y prueba de ello es que fui bendecido con tu presencia.

Así que hija, hay pocas cosas que en la vida son seguras o absolutas pero una de ellas es el profundo amor, respeto y admiración que te tiene tu padre. Es una moneda poderosa para la vida así que hazla valer.

Y te escribo esta carta por si en algún momento se me llegará a olvidar o tengo la mala fortuna de perderme la oportunidad de hacértelo saber cada día.

Atentamente

El orgulloso padre de una mujer extraordinaria.