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Hace mucho me cosquilleo la fantasía y la melancolía y cuando las saqué de mí se volvieron letras, luego se fueron al olvido y de ahí parto, para compartirlas con mis amigos.

lunes, 18 de enero de 2016

Hablando del Pero

Y es que el "pero" resulta una palabra que realmente es poderosa, o no me había dado cuenta como mi cerebro la usaba y también el de los demás.

El "pero" es ese aniquilador de ideas o de acciones que acecha en cada conversación y lo tenemos tan a la mano, que normalmente cuando nos dicen algo bueno, estamos esperando el "pero" o de plano incluso usamos esa frase de "¿Qué pero le pones?".

Normalmente cuando alguien comienza a hablar muy bien de alguien o algo, hasta me vuelvo muy suspicaz y espero cuanto me va a cancelar, normalmente cuando viene una lista de lisonjas el pero suele ser más violento.

El clásico en los hombres es el de .. "Eres súper lindo, caballeroso, inteligente y gracioso pero me gustas como amigo" o no se diga en el trabajo "Esa es una buena idea pero no creo que estemos listos para hacerla" y así un largo etcétera.

Ahora me encuentro en una cruzada personal por usar mejor el pero, por dejar el valor de la idea inicial y una pista de cómo podemos hacerlo mejor es usando la conjunción "Y", sustituyendo el "pero" por el "y" y resulta que es un gran puente en ideas, es un constructor.

"Eres súper lindo, caballeroso, inteligente y gracioso y me gustas como amigo todavía". "Esa es una buena idea y no creo que estemos listos para hacerla todavía".

Cuando la planteamos así, entonces surge una nueva palabra "todavía", que más allá de descalificar es un buen ingrediente para buscar nuevos caminos  sin descartar lo hecho.

PERO dicho lo anterior no resulta nada fácil Y tal vez valga la pena seguir intentándolo TODAVÍA.

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