Mi hija tiene una desmedida obsesión por los perros, supongo que geneticamente lo heredó del lado materno, yo por mi parte me gustan pero no me obsesionan .
Para ser honesto, he tratado de demorar la entrada de la mascota en nuestra familia, gracias a factores como la alergia de mi hijo y a que mi esposa y yo tenemos muy claros los principios de crianza de nuestros hijos, pero en cuanto a mascotas... tenemos grandes diferencias.
Ella por su parte ha sido lo que pudo muy considerada hasta donde ha podido, por respetar mis deseos de evitar una mascota, pero con mi hija estrenando cumpleaños, neceando con un perro, mi esposa que desde Reyes estaba esperando la llegada y por supuesto la complicidad de los padrinos y tíos.
Pues se generó un complot, una guerra relámpago peor que la de Hitler cuando invadió Polonia, de un día para otro mi vida cambió y estrenamos mascota.
Su nombre: Pantufla-s, se supone que lo escogió mi hija y agradezco el detalle que le haya nombrado con un nombre de objeto o de perro, siempre me han gustado que los perros y mascotas se llamen por nombres referidos a ellos, que pueden tener personalidad y creatividad y no con nombres de personas, pensando en humanizarlos. Pero esa es otra histeria.
También agradezco que la primera noche, mi esposa esté padeciendo el "cuidado" del nuevo integrante. Pero es bastante obvio que tendremos que entrar al "quite" ... (continuará...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario