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Hace mucho me cosquilleo la fantasía y la melancolía y cuando las saqué de mí se volvieron letras, luego se fueron al olvido y de ahí parto, para compartirlas con mis amigos.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Mala Pata o Pata Mala

Pues finalmente pasó, dí un mal paso que me ha orillado a cambiar dramáticamente mi estilo y ritmo de vida momentáneamente.

Era un domingo como cualquier otro, pero con la diferencia que estaba disfrutando de la sombra en una terraza en algún lugar de Cuernavaca. De pronto fui interpelado por un par de chamacos insistentes a que les acompañara a realizar unos pases de fútbol, uno de ellos mi sobrino, el otro mi hijo que gracias a sus padres carece de esa pasión por el balónpie, pero como sea también ansioso de jugar con su primo.

Cómo se pueden imaginar, soy el prototipo del hombre maduro que gusta de la charla, del café, del cigarro, la cerveza, whisky, tequila y disfrutar de un buen partido de mis aguerridos Vaqueros de Dallas en Televisión. Fuera de ahí mi experiencia y práctica deportiva se remonta a los ayeres cuando corría en Zacatenco y de eso hace 20 años. Además de un considerable sobrepeso bonachón.

Pero ante la insistencia y la posibilidad de mostrarle a mi hijo, que al menos conocía los movimientos básicos del balón. Decidí abandonar la interesante charla, mi delicioso cigarro y café y me puse en pos de anotar un gol.

Transcurrieron varios minutos de intensa actividad y después de una cátedra de colmillo de 30 años sobre unos mozalbetes de 7, estábamos disputando entre 3 niños y yo (mi hija también se unió al fervor) y en eso ¡Zas!

Según leí días después, es muy común la lesión: La edad promedio en adultos varones no deportistas es de 37.5 años, sólo faltaba decir que generalmente con sobrepeso y en un domingo por la tarde jugando fútbol: Lesión de ligamento y meñisco o sea un cliché total.

El pie que pisaba el balón, se trabó. Mi cuerpo todo excepto ese pie se cayó del lado izquierdo mientras el pie seguía en el mismo lugar. Un sólido sonido crack-crack-crack me angustió mientras caía. Ya sabía que no era bueno. De hecho pocas veces el "crack" es un buen sonido.

Grité y maldije mientras un dolor intenso me recorría la pierna que ya no controlaba y sentía como se comenzaba a doblar engarrotada. Mi esposa me auxilio a estirar rápidamente la pierna y por mi parte traté de revisar el nivel de lesión. Estuve un buen rato tirado en el pasto, me dicen que todavía quedó mi silueta grabada en el jardín ja!

Decidimos trasladarnos a la Ciudad de México para mi atención médica, al ser derechohabiente tomé la decisión de usar el IMSS un servicio que no había utilizado, fue algo no muy grato. Llegué a la Unidad Médica Familiar 28 en el eje 10, en medio de un aguacero y granizada, que soportamos mi esposa y yo, porque no teníamos donde cubrirnos en medio de la explanada. ¿Resultado? No me atendieron tenían mucha gente y después de pasar una hora en una inútil fila para ver si me podían atender sin papeles y sin que fuera mi clínica asignada.

Frustrados nos dirigimos a la Clínica 27 ubicada en San Borja y Gabriel Mancera, dónde debo hacer un especial reconocimiento, una excelente calidad de servicio. Me atendieron rápidamente, amable y eficazmente en todas sus áreas el Médico, Administrativos, Rayos X, Enfermería y Vigilancia. Me diagnosticaron y me turnaron al Hospital Regional con especialidad en Traumatología, que ya fue otra historia, pues su servicio estaba muy demandado.

No es una experiencia grata estar en un área de urgencia de Traumatología en domingo por la noche, ves cosas nada agradables, que tienen que esperar, parece zona de guerra, aunque dicen que los viernes y sábados es peor. Lo que más duele ver, es a los padres con niños esperando atención.

Comencé mi viacrucis a las 14:00 hrs y termine a las 23:45 saliendo de las bombas con una férula calza de toda la pierna, varias inyecciones contra el dolor y con un diagnóstico escueto, de rodilla inestable, lesión de ligamento medial y meñiscos.

Pero ese era el comienzo de más de 30 días en recuperación, trámites, trabajo desde casa y una profunda reflexión sobre este punto de mi vida del "para qué" ocurrió este incidente. Creo que pronto tendré la respuesta.

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