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Hace mucho me cosquilleo la fantasía y la melancolía y cuando las saqué de mí se volvieron letras, luego se fueron al olvido y de ahí parto, para compartirlas con mis amigos.

lunes, 29 de junio de 2009

No me gustaban los niños


No me gustaban los niños salvo algunas excepciones, pero si bien es cierto con este asunto de ser padre, uno va dando cuenta de lo idiota que realmente uno es o por lo menos ha sido durante algún tiempo.

Debo admitir que me pasa como a muchos que no sabes cómo hablarles o cómo entretenerles o qué darles de comer, se encuentra uno hecho un completo inútil.

Me gustaría decir que con ser padre, todo eso cambió. Pero no fue así en ocasiones sigue siendo muy dificíl encontrar cómo hablarles, cómo entretenerles y qué darles de comer.

Pero lo qué si cambió es el maravillarse con la inocencia y la desfachatez con que ellos se manejan. Sin grandes complicaciones para hacer tonterías y reírse de ellas o para hablarle a un completo extraño y preguntarle si le gusta esto o aquello, o para platicarle algún tema que ellos crean de su interés.

Pero ahora con ver a mi hijo esforzarse, con ver a mi hija dormir, con sacarme canas verdes, con sacarme risas sin parar, me doy cuenta que ahora todos los niños me gustan y también me duelen.

Sin duda alguna desde que soy padre me encuentro pasmado a tu simplicidad y tal vez es eso que yo soy un complejo con patas. Tal vez se me olvido lo fácil que puede ser la vida y todo lo que me la complico. No es fácil después de todo pase mucho tiempo tratando de dejar de ser niño.

Así que intentaré aprender un poco más antes de que ellos no sepan cómo hablarme, cómo entretenerme o qué darme de comer.

Gracias por los niños y sus dones, porqué me refrescan la vista y cuesta mucho trabajo.

1 comentario:

  1. Nombre y con esa carita a la hora de dormir te desarman... ojalá se quedaran así de quietecitos.

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